20/7/08

Súper? mercado...

Yo vivo tranquila, pero cuando me cruzo con la realidad... muchas veces las situaciones más simples me superan, me desestabilizan.
Hay algunas situaciones que me disparan una veta filosófica-violenta-observadora de la realidad.
Una de ellas es la visita al supermercado.

La primer pregunta que me asalta en estos casos: por qué si hay preparadas 54 cajas para atender al público sólo hay cajeros en 4?
Si vas un sábado al "súper" en la "caja rápida" tenes una cola de una cuadra, que reíte de los jubilados esperando en la puerta de los bancos! Y encima la paranoia: si compré un pack de yogurísimo que vienen dos pegados, eso es un artículo o son dos? me haré toda esta fila para que luego la amable señorita me diga que me pasé de cantidad de artículos y no me puede cobrar?

Otra cosa que me cuesta entender es para qué se esmeran tanto en arreglar las punta de góndola que están cerca de las cajas.... no se dan cuenta de que NUNCA NADIE las podrá ver?
Por qué la gente se pone a hacer la fila y obstruye sistemáticamente el pasillo?
Es decir, el espacio que está entre la caja y la góndola, que suele ser bastante ancho, siempre está ocupado por gente que pega su carrito al de la persona de adelante y que además nos gruñe si por esas cosas de la vida necesitamos agarrar una mayonesa.
Por qué tengo que mandarle una carta documento que asegure que no le voy a robar el lugar en la fila al pelotudo este que no se entera de que NO PASO por esos centímetros libres?

Convengamos que estas cosas tienen una solución fácil: si tenes 54 cajas, habilitá las 54 cajas y nos ahorrás horas de vida desperdiciadas en pelearnos codo a codo con otra persona que tampoco tiene una vida para perder esperando.

Además, lo más perverso de todo: tenemos que esperar para que ellos nos cobren! Y a qué precios!

Yo siempre pensé que uno de los objetivos de ir al super mercado es que tengamos todo junto para comprar y rápidamente resolvamos el problema de la compra.
Ahora... si voy a lo de Don Diego y espero que me corte el fiambre, mientras charla con la vecina de la vuelta, lo envuelva y anote en un papelito los importes, luego los sume, me cobre y me de el vuelto... tardo menos? NO y definitivamente NO.
Hemos perdido el contacto con el almacenero, el verdulero, y el de la casa de pastas para ir a amontonarnos al súper a comprar cosas de dudosa procedencia, envueltas asquerosamente en ese film de mierda, con las toallitas higiénicas esas que le ponen a la carne (alguien vio algo más asqueroso que los "siempre libre" de la carne?), que no son nada tentadoras a la vista, ni al tacto, ni al gusto ni al oído, caminando miles de agotadores kilómetros, porque creemos que es más rápido!
Les tengo una triste noticia... o mejor dicho dos: ni es más rápido, ni es importante que lo sea.

Pero lo que más más más me llama la atención es la fiebre de posesión que nos agarra.

Hay un período "de estática" entre la elección de las cosas y que la cosa nos pertenece.
Es como un purgatorio del súper mercado. Como Poltergeist. Es ese momento de la fila...
Una vez que elegimos lo que nos vamos a llevar y nos paramos a esperar que estos hijos de puta nos cobren, por algún extraño motivo de la psicología profunda de las personas nos CREEMOS que esas cosas son nuestras.
Y entonces... no queremos que nadie las toque, o las mire, o se la lleve de nuestro carro, y mucho menos se nos ocurre que si no nos bancamos ese trato podríamos dejar el carro ahí (horror!), solito, ahí donde está y silbando bajito irnos a lo de Don Diego a pedirle que nos corte los 150 de cocido fresquitos, feta sobre feta ...

Y eso... TAMPOCO es verdad! No son nuestras esas cosas!
No nos hace falta cuidarlas de nada ni de nadie!
Y te digo más, si en ese momento nos ponemos a ver lo que tenemos en el carro nos daremos cuenta de que el 80% de las cosas que tenemos ahí no nos hacen falta.

No sé a ustedes, pero conmigo esto de no habilitar las 54 cajas no resulta.
No me pongo más consumista.

Más bien, todo lo contrario....

8 comentarios:

Yuyo dijo...

¡Barbaro! Genial este blog. Hace bien sacar el rosa de vez en cuando en este mundo tan patriarcal jeje.
Besito.

Yuyo dijo...

¡Barbaro! Genial este blog. Hace bien sacar el rosa de vez en cuando en este mundo tan patriarcal jeje.
Besito.

Yuyo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Yuyo dijo...

Huy.. perdón salió 3 veces jeje. O a blogger se le pasó la mano o a mi dedo.

Lore b dijo...

Debería haber una ley como en los peajes: si uno pasa más de 10 minutos en la cola deben levantar las barreras para dejarnos pasar!!!. El Disco de la otra cuadra de lo de mi tía es morir...y cuando llegué a la cajera y me tipea todo me dice: no trabajo con tarjeta de débito. Es la caja de al lado...así que vuelta a hacer la cola!!!!. Yo la fruta y verdura la compro en verdulería y le digo al chabón: cual está dulce? cual es rica?...en el super el cajero ni sabe, además si es horrible no tengo a quién quejarme!!!!

Yo mujer dijo...

Hola Yumi bienvenida y gracias!
blogger o tu dedo estan como ansiosos... todo bien...

Lore, a mí tambien me gusta preguntar "y cómo vinieron los duraznos?" "y están dulces las mandarinas?" y esas cosas, y detesto los verduleros mentirosos igual...

Anónimo dijo...

a mi me recabe el almacén del barrio!!

solo que te ves obligada a cruzar algunas palabras con la vecina hincha pelotas, esa de la escoba-en-mano-todo-el-día y que te preguntó ciento veinticinco veces si tus chicos son gemelos o mellizos...

adoro este blog!
abrazo fuerte.
Laurilla.

Yo mujer dijo...

Gracias Lau!
Sí, es la misma vecina que desde que te vio la panza el primer día te dice "Ay dos!!!, cómo vas a hacer con dos?"
Las detesto, pero qué haríamos sin ellas, no?

1,2,3 probando